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8 letras de Evaristo que podrían haberse escrito hoy (y se podrían censurar mañana)


Hay músicos que hacen un temazo del verano. Otros escriben los himnos de una generación. Y unos pocos, como Evaristo, escriben canciones que aguantan atemporales el paso de las décadas. La censura lo sabe: los temas de La Polla Records siguen vigentes como el día en que se grabaron.


Artículo para Canino publicado originalmente el 28 de Mayo de 2018.

3 años después de la aprobación de la Ley Mordaza, colectivos como Amnistía Internacional siguen denunciando el retroceso democrático que supone esta ley, junto con otras muchas restricciones a la libertad de expresión. Un tuit, una canción, una obra de marionetas o una portada de una revista puede llevarte ante un juez. Mientras que desde ciertos ambientes retrógrados se intenta amparar en una lucha por la libertad de expresión el discurso de odio y el humor rancio, vivimos verdaderos tiempos de violencia institucional contra los mensajes más críticos con el poder. El último caso de la larguísima lista de figuras públicas y no tan públicas puestas en la picota es la denuncia por parte de la Guardia Civil contra el cantante Evaristo Páramos por gritar “Policías, sois unos hijos de puta” durante una de sus actuaciones.


Evaristo es uno de los grandes nombres de la escena rockera estatal, y probablemente el punk más conocido en lengua castellana. Frontman de La Polla Records desde la Transición hasta 2003, actual cantante de la banda Gatillazo, inspirador y referente de una incontable cantidad de bandas en todo el mundo hispanohablante. Su contribución al discurso de la música contestataria en España es indiscutible, y su nombre no ha dejado de presidir los carteles de festivales y eventos musicales de rock desde que en este país hubo algo digno de ser llamado “escena”. Que en 2018 se le intente amedrentar al terminar un concierto con una denuncia, que se intente callar su voz, es motivo suficiente como para recordar su legado y su contribución musical. Este redactor espera, humildemente, no hacerle el juego a ningún juez ocioso con ganas de censurar artistas, porque nos disponemos a reivindicar 8 temas de La Polla Records que se atreven a cantar lo que todavía hoy es arriesgado decir.


Salve (1984)

“Realmente, tíos, nunca he visto religión que pretenda tanto salvarnos a hostias…”, desde su primer disco la banda de Salvatierra destacó por sus letras de denuncia social. El tema homónimo de aquel primer LP es un irónico retrato de las miserias e hipocresías del nacional-catolicismo. No sería la única vez en la que Evaristo cargaría contra las estructuras religiosas, llegando a desearle la muerte al entonces Papa Juan Pablo II (“Wojtyla, múerete”, gritaría en Cara al Culo (1985)). En España no pocos artistas han visto sus declaraciones sobre la religión puestas a debate en un juzgado. Entre los casos más recientes, el cantante Javier Krahe (en paz descanse) sería absuelto en 2012 por cocinar un Cristo en televisión. Este mismo mes estamos asistiendo estas semanas a la persecución contra el actor Willy Toledo por cagarse en Dios. ¿Quién sabe si no acabamos viendo a un letrado leyendo en juicio lo de “compre un pedazo de Cielo pagando la cuota mensual”.


No más presos (1985)

Probablemente el disco más visceralmente político de la banda, Revolución, estaría lleno de soflamas panfletarias de las que La Polla se iría distanciando en favor de letras cargadas de ironía y sarcasmo. Pero en aquellos años del GAL, Evaristo pediría “No al Estado terrorista que encierra a quien le sobra y a quien lucha contra él”. Hoy, dar voz a esos presos puede considerarse apoyar la violencia de quienes luchan contra el Estado. Así se está interpretando en el caso de ResistenciaFilm, un canal de Youtube donde un joven sube todo tipo de material reivindicativo, entre el que se encuentran entrevistas a antiguos presos de los GRAPO, y al que se está juzgando por enaltecimiento del terrorismo.


El sitio donde yo vivo (1985)

Ahora que el terrorismo desciende vertiginosamente en la escala de preocupaciones de los españoles, parece más vigente que nunca aquello de: “la prensa dice que la ETA provoca el pánico [...] a mí los que me mosquean son los protectores de la Ley”. Sin embargo, la apología del terrorismo está a la orden del día en los medios y los juzgados. Además de los raperos recientemente condenados, no son tan lejanos los casos de Fermín Muguruza o la banda Soziedad Alkoholika, sobre los cuales persiste un estigma que les ha dificultado tocar en sitios tranquilos como Madrid.


Qué paz (1987)

Recientes sentencias judiciales hacen hincapié en la peligrosidad de los discursos reivindicativos que dan por perdida la lucha pacífica y desde dentro del sistema. En ese contexto, la letra de este tema menor de uno de los discos más relevantes del punk estatal podría ser una provocación. Y es que ya lo decía La Polla hace hoy más de 30 años, “no queremos esta paz podrida, es un ser deforme. Esta paz impuesta por los que dominan…”. Quizá si César Strawberry o Pablo Hasel hubieran escrito sus tuits hace tres décadas, no habrían sido condenados, como ahora, por asumir como inevitable la guerra “para destapar su guerra encubierta”.


Fuego y cristal (1992)

Animar a la rebelión ha sido un asunto recurrente en el rock. La lucha contra lo establecido, a veces en forma de caos desatado, lleva sonando en el corazón del punk desde que los Pistols clamaron por la Anarquía en el Reino Unido. Sin embargo ,bien sabe la banda Rokavieja que animar a la rebelión puede salir caro. La banda que tuvo que pagar una multa porque su cantante recitó otro himno del rock radical vasco (Mucha policía, poca diversión) sobre el escenario durante un enfrentamiento entre unas personas del público y las fuerzas del orden. Esta noche de rebelión de La Polla podría, siguiendo esa lógica, ser el detonante de una peligrosa escalada de violencia.


La Solución Final (1996)

Las políticas agresivas y violentas contra los más desfavorecidos no son nuevas. Ya a finales del siglo pasado lo denunciaba Evaristo en esta canción mítica que termina con un épico “La solución es una cámara de gas con los políticos adentro”, rematado en directo con un “y con cuatro clavos en la tapa”. Aunque la canción solo propone aplicar al alcalde la misma medicina que parece desear contra los sin-techo de su ciudad, casos como el de Pablo Hasel nos demuestran que ya no está el horno para bromear con la ejecución de ningún cargo político. Y menos si eres vasco o catalán.


Envidia cochina (1996)

¿Quién no quiere “vivir sin currar y que lo pague el país”? ¿Quién no está dispuesto a “condenar la corrupción sin pagar contribución”? Otro de los temas más conocidos de la última etapa de la banda le da palos al entonces rey Juan Carlos I, denunciando sin contemplaciones su condición antidemocrática. Y es que todos, igual que Evaristo, queremos ser rey. Pero hay que tener cuidado en cómo expresamos ese deseo, no pase, como en el caso del rapero Valtonyc, recientemente huído tras ser condenado por varios cargos, incluyendo uno de injurias contra la corona. ¿Quién sabe qué pensarían nuestros jueces del Hoy vamos a explicar la palabra feo (2003) del último disco de La Polla?


Series de maderos (2003)

Y de ese último trabajo viene este tema que hace algunas insinuaciones sobre la moral ligera de los cuerpos de seguridad del Estado. Porque dice Evaristo que él quiere ser poli “contra narcotraficante, y quedarme con la parte que me corresponde”. Por poco más de eso se van a ver muy pronto los responsables de El Jueves ante un tribunal, y es que está feo insinuar que nuestros policías le dan a la Fariña. Seguiremos informando sobre si se considera un crimen también decir que tienen “descuento y garantías en todos los puticlubs”.


Hay un intento de suprimir nuestras libertades y de borrar el recuerdo de un tiempo en el que fuimos un poco más libres. Lo justo. Lo suficiente como para cantar contra las instituciones que nos aplastan, contra los gobernantes que nos exprimen, contra los violentos que nos reprimen y contra las religiones que nos imponen. Luchar contra la injusticia cantando, gritando, creando, denunciando y no callando nunca. Plantando cara siempre a la injusticia, tomando partido y resistiendo. Vosotros veréis qué hacéis, nosotros, ¡ya veremos!